¿Víctimas del 'well-washing'?
Sobre la 'goop-ifización' de la industria del bienestar (gracias, Gwyneth) y esa búsqueda de la perfección que nos está generando más estrés y más problemas de salud...
Posiblemente el término greenwashing te suene familiar, esa práctica cada vez más evidente de mucha marcas y compañías que tiene como objetivo hacerte creer que son sostenibles pero que realmente son pura fachada. Vamos, lo de darte una bolsa de papel reciclado para que te lleves a casa unos vaqueros o cualquier otra prenda que a saber quién ha hecho, dónde y con qué métodos. Puro marketing, dirían algunos, yo prefiero definirlo como falta de honestidad, porque no todo el marketing es malo.
Pues bien, el término wellwashing viene a ser lo mismo, pero aplicado al mundo del bienestar y de los cientos de productos, marcas, técnicas, métodos, corrientes, tendencias que nos prometen la eterna juventud, la calma absoluta y la salud holística a cambio de mucha fe y mucho cash.
No nos engañemos, todos queremos sentirnos y vernos mejor, por eso la industria cosmética sigue creciendo como un cohete a base de meternos el dedo en la llaga o, como se dice en marketing, a base de tocar nuestros puntos de dolor: las canas, la calvicie, las arrugas, la celulitis, el michelín que esconde el six-pack, etc. Y la boyante industria del bienestar ha tomado buena nota…
Rina Raphael, una de las periodistas especializadas en la industria del bienestar más reconocidas del mundo que colabora con medios como CNN, NBC, CBS, LA Times, New York Times y Fast Company, acaba de publicar un libro que no deja títere con cabeza en este sentido: The Gospel of Wellness: Gyms, Gurus, Goop, and the False Promise of Self-Care. En España estará disponible en enero, pero puedes empezar por leer su newsletter Well To Do 😉
El objetivo del libro no es ni mucho menos morder la mano que le da de comer, pero si advertir de que algo no es bueno y eficaz por el simple hecho de llevar el ‘apellido’ zen, plant-based, cruelty-free, saludable, eco, o por el hecho de contener CBD, carbón activado, o cualquier superalimento, desde la espirulina al más reciente ‘descubrimiento’, el sea moss.
A pesar del boom de la industria del bienestar de los últimos años, todos, pero especialmente nosotras, seguimos viéndonos mal y sintiéndonos peor con nosotras mismas y con nuestros cuerpos. Y es que el error está en pensar que la ‘cura’ de todos nuestros males son las joyas con cristales sanadores, el yoga con cabras o las velas con olor a vagina de una conocida actriz y empresaria. Es lo que la propia Rina Raphael ha denominado la goop-ifización de la industria del bienestar en clara referencia al negocio multimillonario de Gwyneth Paltrow.
Este pasado fin de semana he tenido el placer de asistir al XX Congreso de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad y escuchar a expertos como los fisiólogos José Viña y Juan Antonio Madrid, eminencias en fisiología y en ritmos circadianos y cronobiología respectivamente; los profesores Darío Acuña y Germaine Escames, máximos expertos sobre melatonina en nuestro país; los doctores Ángel Durantez, Iván Ibáñez, Cristóbal de la Coba o Mónica de la Fuente, expertos en medicina preventiva, metabolismo, microbiota y biología respectivamente… vamos, la crème de la crème de la investigación en medicina de la longevidad de nuestro país. Yo misma muchas veces caigo en la trampa de ese marketing tan bien hecho que esconde auténticos timos sin fundamento, pero este tipo de encuentros me devuelven a la realidad:
Cuesta mucho tiempo, mucho conocimiento y mucha dedicación (en la mayoría de los casos, toda una vida profesional) demostrar científicamente cualquier hipótesis, por eso todas las ‘nuevas modas’ que aparecen cada pocos meses prometiendo la solución definitiva hay que tomarlas como eso, ‘nuevas modas’ que, como todas, pasarán de moda.
¿Y cómo sé si es una nueva moda sin fundamento? Te doy unas pautas básicas:
Genera necesidades que no tenías.
El marketing y la publicidad son tan abrumadoras e invasivos que la obligación de seguir sí o sí esa tendencia se convierte en un estresor adicional.
Es un método, ingrediente o técnica poco contrastado, y cuando rascas un poco en busca de estudios científicos realizados por organismos independientes o por grupos de investigación sin conflicto de intereses, te encuentras un agujero negro.
Siguen vendiendo la perfección aunque lo hagan con estilismos de algodón 100% orgánico, en plena naturaleza, con una infusión a base de los adaptógenos del momento y con sonido binaural de fondo.
Una búsqueda de la perfección que nos está generando más estrés y más problemas de salud. Porque el bienestar tiene que ser, para empezar, realista; tiene que ser saludable para tu cuerpo y para tu mente; y tiene que tener una base que respalde su eficacia más allá de un tropel de influencers recomendándolo en Instagram y TikTok. Lo sé, cuesta mucho buscar información fidedigna, porque si algo caracteriza nuestra era es la desinformación que provoca la infoxicación. Sí, hay mucho contenido, mucho ruido, pero muy poco de valor.
Precisamente ese es el objetivo de mi trabajo a través de esta newsletter y de mi programa de podcast, hacer menos ruido y arrojar algo de luz, y por eso el episodio de la semana pasada con Marta Masi sobre Los 10 ingredientes cosméticos que tienes que conocer para cuidar tu piel (conocer y elegir según tus necesidades, no utilizar en masa ‘porque si’), y el de esta semana con Rubens García sobre cómo el estilo de vida modernos nos está deformando y debilitando, vienen como anillo al dedo. Te dejo una foto que me hicieron toda concentrada en uno de los últimos talleres impartidos por Rubens en Madrid en el que descubrí lo débiles que son mis pies y cómo muchos de mis problemas de rodilla y espalda vienen de ahí… ¡incluso cómo muerdes depende de cómo pisas!
No te pierdas el episodio con Rubens, más aún si eres una adicta a los tacones o las zapas con cámara de aire de 3 cm. Vas a entender por qué la base de la salud está en tus pies, en tu contacto con la naturaleza, en comer alimentos y no productos, y en cómo cuidas nuestra energía. Porque eso si que tiene base científica, somos energía, y de cómo, en qué y con quién la invirtamos, depende el auténtico bienestar.
👁 Lentillas TOTAL, mecenas del podcast 👁
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