“Si hubiera una celebrity entre las sustancias químicas del cerebro, sería la dopamina. La segregamos supuestamente cada vez que experimentamos algo placentero, estará vinculada para siempre a historias lascivas de sexo, drogas y fiestas salvajes. Es la Kim Kardashian de los neurotransmisores”. Así se refería el periodista Vaughan Bell del diario británico The Guardian a la dopamina, esa molécula detrás de todos nuestros comportamientos más “pecaminosos” y antojos secretos.
La dopamina ejerce un poder incontrolable sobre nosotros. Explica el irresistible atractivo que una droga tiene para un adicto. Cuando los niveles de este neurotransmisor se ven alterados debido a la dependencia de una determinada sustancia, como la cocaína, la nicotina o un opiáceo, por ejemplo, esta sustancia pasa a ser la prioridad máxima, el centro del universo del adicto; todos los recursos de su organismo se movilizarán para conseguirla a costa de lo que sea. Por cierto, es lo mismo que sucede en nuestra cerebro cada vez que entramos en una de esas apps diseñadas únicamente para desatar lo más instintivo que hay en nosotros, y hacer que sea mucho más fácil dirigir y manipular nuestro pensamiento y nuestro comportamiento.
Sin embargo, este neurotransmisor tiene funciones mucho más allá de activar el sistema de recompensa. Como explica maravillosamente bien Eduardo Pérez Mulet en su libro Dopamina: El arma secreta contra el envejecimiento, nos encontramos con una dualidad acerca de las funciones de la dopamina. Por un lado tenemos ‘gustar’, que hace referencia a una reacción hedónica, es decir a experimentar una sensación placentera; y por otro lado está ‘querer’, que sugiere una dimensión motivadora.
Por eso la dopamina podría estar implicada, no solo en el retraso del envejecimiento, sino también en la capacidad de alargar la vida. Cuando la disponibilidad de dopamina y serotonina decae, el estado de ánimo se resiente, nos volvemos abúlicos y nos deprimimos.
A partir de la cuarta o quinta década de la vida, nuestros niveles de dopamina en el cerebro inician un descenso acelerado. Este descenso, al igual que el de otros neurotransmisores como la serotonina, es también característico de enfermedades como la depresión. Como dice Brad Pitt en Guerra Mundial Z, el movimiento es vida. Y en el momento en que dejamos de ‘movernos’ en todos los sentidos, empezamos a morir.
La apatía no es solo una falta de motivación, es el preludio del fin. La apatía supone una pérdida de interés por las cosas, una pérdida del entusiasmo y del impulso por emprender nuevas actividades. Además de esta dimensión emocional, la apatía también tiene una dimensión cognitiva en la que el procesamiento de la información se hace más lento, la memoria de trabajo pierde efectividad y se bloquea la capacidad de realizar planes de futuro y planificar actividades.
Ahí lo tienes: la dopamina no es solo fuente de ‘placer’, también es fuente de ‘querer’, de impulso, de motivación.
La ‘gracia’ está en encontrar ese punto justo de dosis diaria que nos mantiene conectados con la vida y con las ganas de vivirla, pero sin pasarnos hasta el punto de ‘fundírnosla’ demasiado pronto. Y aquí entra el trabajo individual de buscar esas aficiones, actividades, cosas y por supuesto personas, que nos hacen segregar la dopamina a raudales.
🎙 Esta semana en el podcast he compartido un episodio precisamente con una de esas personas que para mi son un chute de dopamina: Crys Dyaz. Y solo puedo decir que, en persona, charlando cara a cara, viéndola trabajar y organizar, te sale la dopamina por las orejas. Te recomiendo mucho que la escuches.
🥦 No hace falta que te diga que, para que todos estos procesos de secreción de neurotransmisores funcionen a las mil maravillas, necesitas una alimentación saludable, nutritiva y completa. Y como el estilo de vida moderno no siempre nos lo permite, estoy probando AG1 de Athletic Greens, una bebida que gracias a los 75 ingredientes que contiene entre adaptógenos, vitaminas y minerales, cubre todas tus necesidades nutricionales diarias y además contribuye a una salud intestinal óptima, y todo en una sola cucharada.
Detallazo de Athletic Greens para los oyentes del podcast y lectores de esta newsletter si te suscribes a través http://athleticgreens.com/janafernandez:
con el primer envío recibes un shaker y un tarro hermético con dosificador
tendrás una garantía de 90 días
conseguirás de regalo un año de suministro de vitamina D3 y K2, y 5 sobres monodosis
Como siempre, gracias por estar al otro lado.
Abrazo,
Jana