🎙 Episodio 224: ¿Qué hay detrás del burnout?
Agotamiento, desconexión emocional y baja productividad: contexto sociocultural, laboral y personal de una de las 'enfermedades modernas' más normalizada.
Estamos al límite, echando humo, vamos. Así lo lo muestran las cifras: en Estados Unidos el 65 % de los empleados afirman estar estresados, y que esa falta de bienestar mental está afectando su desempeño laboral y a su salud. Si los recursos humanos de una empresa están agotados, esto no solo repercute en la salud del empleado, también impacta en los resultados empresariales y en la economía en general: los empleados agotados suponen un coste de 8,9 billones de dólares economía mundial (Fuente informe Gallup).
La mayoría de las grandes empresas ofrecen beneficios de bienestar corporativo, pero muchas de ellas caen en lo que mi invitado del podcast de esta semana, el psiquiatra Carlos Cenalmor, denomina el ‘síndrome de la clase de yoga o de la sesión de mindfulness’. ¿Son herramientas útiles? Lo son. ¿Son suficiente? Ni de lejos.
El burnout o síndrome del trabajador quemado es una patología muy compleja, en la que hay que atender no solo al contexto laboral del empleado, sino también al contexto sociocultural y al contexto personal.
Está más que demostrado que lo de impulsar el "equilibrio entre el trabajo y la vida personal" son palabras vacías si no se trabaja por un compromiso real del trabajador con el trabajo y viceversa. Y por algo estamos en la era del quiet quitting o renuncia silenciosa, ante la "negativa de los empleados a ser explotados mediante horas extra, trabajo no remunerado o trabajos fuera de sus responsabilidades" (fuente 20 Minutos).
El horario sincrónico de 9 a 5, establecido para optimizar la línea de montaje de Ford en los años 20, ya no tiene sentido. Pero el teletrabajo tal y como lo hemos entendido en general en España (hay excepciones), tampoco lo tiene:
‘flexibilidad’ no es sinónimo de ‘siempre conectados’; ‘libertad de horarios’ no es sinónimo de ‘estás disponible 24/7’
Reto importante el que tenemos por delante: poner el foco en los resultados y no en cuándo y cómo se logran; la llamada “productividad lenta” basad en abordar menos proyectos con mayor concentración, evitar la sobrecarga, cuidar y respetar el tiempo de trabajo de los empleados, crear espacios que ayuden a la concentración, limitar la duración y los días de las reuniones, etc.
A propósito de esto de crear espacios, justo ahora hace un año tuve la oportunidad de grabar una serie especial del podcast en la feria Habitat de Valencia sobre espacios saludables, y lo grabé íntegramente en una de las cabinas insonorizadas Qyos de Actiu ubicada en medio literalmente de la feria, con un ruido tremendo fuera, pero una calma dentro que no te imaginas, un auténtico refugio de silencio diseñados para favorecer la concentración y el trabajo sin interrupciones.
Mindset contra el burnout: La mente no se controla con la mente, la mente se controla con el cuerpo.
Como vas a escuchar en el episodio de esta semana del podcast, el ejercicio físico, mover el cuerpo, es una de las herramientas más potentes que tenemos a nuestro alcance. No solo porque estamos diseñados para movernos, o porque los neurotransmisores que segregamos con la actividad física son esenciales para la salud mental y emocional, sino porque es la mejor manera de mantener la mente en su sitio. Aquí los amantes de la meditación me dirán que no, creo de verdad que esto es algo muy personal, pero existe, existimos un tipo de persona a los que meditación nos pone de los nervios. Uno de mis científicos de cabecera, el profesor Andrew Huberman (muy polémico, con muchos detractores, pero a mi me inspira y fascina a partes iguales) siempre dice:
La mente no se controla con la mente, la mente se controla con el cuerpo.
Hablando de Andrew Huberman, esta semana ha sido el invitado del podcast DOAC de otro de mis referentes, Steven Bartlett, ya le conoces de la semana pasada:
Y hasta aquí la newsletter de esta semana. Te mando mucho ánimo para la vuelta a la rutina, mucha paciencia, mucha empatía y te recuerdo que, cuando el sueño mejora, todo mejora, así que haz de tu sueño y tu descanso una prioridad 😉
Abrazo fuerte,
Jana